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Rosa Cartagena, una vida junto al mar

La muerte de un primo en la dictadura

 

Las alertas de tsunamis y el temor a los temblores no han sido los únicos temas complejos que le han tocado vivir a Rosa viviendo en Cartagena. En la época en que ella estudiaba en Santiago, sufrió la pérdida de un primo hermano (del que no entregó su identidad) en el régimen del gobierno de Pinochet. Fue víctima de la denominada “Caravana de la Muerte”, la que dejó un saldo de casi un centenar de presos políticos asesinados.

Fue una experiencia dura para Rosa, ya que no tenía a nadie para recurrir en ese tiempo. Era un problema tan grande y nadie podía ayudarla, por lo que sentían solos con su marido. Le ha costado un montón asimilarlo, pero el amor de su familia la ha ayudado siempre para salir adelante y tratar de superar este momento tan crucial de su vida.

Una amante de la naturaleza oriunda de Cartagena, que con bastante pasión trabaja diariamente, junto a su marido, en el restaurant “Don Nano”, del cual es dueña. El esfuerzo de una mujer que lleva a su pueblo hasta en el apellido.

 

Rosa Cartagena (71), llega todos los días a las 10 de la mañana para organizar todo lo necesario para abrir su restaurant. Luego se preocupa de coordinar al equipo de cocina y a los garzones, los que ayudan con la limpieza del local. A las 12, debe entregar almuerzos a 50 trabajadores, aproximadamente, que pertenecen a una constructora estable para quienes trabajan y a distintos obreros extranjeros. De ahí en adelante, se preocupa de estar encargada de la caja y cuando tiene tiempo, aprovecha de almorzar. El restaurant se mantiene abierto hasta las 6 de la tarde, aunque en horario de verano hasta las 9 de la noche.

Trabaja de manera excesiva, puesto que le gusta, pero también le sirvió para que a su familia no le falte nada. Actualmente, está felizmente casada y tiene dos hijos: Alfonso y Paulo, de los que surgieron sus cuatro nietos, a los que adora. Al preguntarle si cambiaría algo de su vida, responde en tono de humor que “a su marido”, aunque al momento de decirlo de forma seria, le dedica una frase a su compañero de vida: “ni contigo ni sin ti”, ya que hay momento en que no puede vivir con él, pero no podría vivir sin él.

 

El mar de Cartagena, su debilidad

 

Rosa, de un carácter reservado y delicado, le apasiona la naturaleza que se concibe en el balneario de la Quinta Región. Tiene la suerte de vivir al frente del océano pacífico. Ella cruza la vereda, la terraza y posee a su alcance el mar, y eso ha sido así toda su vida. Le apasiona el sonido del mar y cada vez que puede, aprovecha de caminar por la costa para sentirlo. Inclusive, no tiene muchos hobbies, sin embargo, uno de ellos es relajarse y salir a pasear con su marido.

Rosa Cartagena en su restaurant, en Cartagena, V Región.

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