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Luis Olmedo, sacrificio y esfuerzo

Maldito cáncer

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Hace un poco menos de una década, a Luis se le detectó un cáncer a la próstata y, posteriormente, uno a los huesos. A raíz de esto, tiene que dirigirse una vez por semana a Viña, precisamente, a la Clínica Reñaca, pues Quillota no cuenta con un buen hospital.

En esto ha sido fundamental su hijo Miguel, ya que él es el que lo acompaña a realizarse las quimioterapias, las que según Luis lo deja sin fuerzas ni ánimo para volver. En el último periodo, la enfermedad ha avanzado, pero Olmedo confía en que le queda tiempo aún para seguir disfrutando de su ciudad natal y de su familia.

Un quillotano que, a pesar de no haber tenido nunca acceso a la educación, sacó adelante su vida y la de su familia. A sus 71 años, anhela seguir luchando y derrotar a una terrible enfermedad, la que lo aqueja hace algunos años.

Luis Roberto Olmedo Tapia es un fiel representante de la ciudad de Quillota. Está casado y tiene cinco hijos: Idilia (51), María Elena (50), Luis (42), Miguel (36) y Francesca (22). Este comerciante gastronómico ha vivido a lo largo de toda su vida en esta localidad del litoral central, en donde se ubica su restaurant ※El Gallo§, en el que, prácticamente, pasa la mayoría de su tiempo. Posee una personalidad terca y se considera ※trabajólico§, aunque esto no impide la notoriedad de su amabilidad, buen humor y generosidad.

Cuando chico trabajaba con su padre, por lo que nunca estudió, mientras que en su juventud disfrutó bastante del fútbol y, según sus propias palabras, tenía las habilidades para dedicarse por completo, pero no quiso seguir, puesto que se ganaba poco en aquellos tiempos. En un momento, fue muy bueno para ※carretear§. El dinero que ganaba, lo destinaba para construir su restaurant y, sobre todo, en alcohol. Sin embargo, un día reaccionó y decidió dejar las fiestas porque si seguía así, no llegaría a ninguna parte.

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Su devoción por Quillota

 

Luis mantiene un amor incondicional hacia su ciudad. Ésta fue su cuna y no cambiaría nada de ella. Todo se lo ha dado Quillota, incluso, el lujo de poseer lo que nunca imaginó alcanzar. Le tiene un profundo respeto al lugar y a su gente, debido a la forma de vida que existe, la que te hace ser buena persona, conforme a su impresión.

Para él, es el único lugar que lo satisface y no hay otro que lo llene. Ha estado en otras ciudades y en diferentes países, no obstante, nunca se ha sentido tan cómodo como en Quillota. Luis llegando a su pueblo es la persona más feliz y todo se debe a la tranquilidad que se respira en la zona.

Luis Olmedo en su trabajo, Quillota, V Región.

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